michimichiña, mi pequeña aventura

Desde pequeña he diseñado vestidos para mis muñecas, me disfrazaba con los retales de la sastrería de mi abuelo y siempre andaba rodeada de telas, lazos, sombreros y tacones.

Con los años empecé a hacer mis complementos, tocados, collares, broches… y desde que soy madrina mi ahijada tiene cientos de chichos y diademas.

Nunca me había planteado esta pasión como una profesión, pero cada vez me gustaba más y más y me absorbía más tiempo. Me quedé en el paro y empecé a hacer algunas cosas para mis conocidos, cuando me di cuenta mi hobby se había convertido en michimichiña, había comenzado lo que yo llamo “mi pequeña aventura”. Apoyada por mi familia y amigos michimichiña nace en el mes de julio.

michimichiña aparece en un mundo de la moda dominado por las grandes superficies comerciales y los complementos hechos en cadena, y apuesta por la artesanía, por el cariño y por los complementos personalizados y hechos a mano.

Un tocado michimichiña es un tocado exclusivo y a juego con el vestido. Diademas y chichos para las niñas y las ya no tan niñas que quieren romper la monotonía con un complemento divertido. Broches y collares hechos a mano para lucir en el día a día o en ocasiones especiales.

Cuando decides cumplir un sueño mil dudas te vienen a la cabeza, por dónde empezar, proveedores, cómo llegar a la gente, papeleo,…

En lo que se refiere al papeleo inicial he tenido mucha suerte, mi padre que es asesor fiscal  me ayudó y me dijo cómo debía hacer las cosas, papeles, registro, e incluso patentar la marca!!

El tema de la marca también es muy importante, cómo quiero llamarme? Y de nuevo la suerte de estar rodeada de gente que me quiere. Mi novio es publicista y diseñador gráfico, así que él es el artífice de esa imagen maravillosa de michimichiña.

Así lo que era un sueño empezó a hacerse realidad.

Primero el boca a boca hizo que empezaran los pedidos. Después, las maravillosas redes sociales. Crear un blog y una cuenta en facebook te permiten darte a conocer y que la gente te siga. Poco a poco los michimichiñas fueron saliendo de mi círculo de amigos, recuerdo el primer encargo que me hizo una desconocida, no era mi amiga, ni amiga de mi amiga, qué emoción!!!  Y el día que una trabajadora de correos me reconoció, me dije, “esto funciona!”

Para emprender una “pequeña o gran aventura”, hay que tener muchas ganas, ilusión, creer mucho en lo que se hace, trabajar incansablemente, no decaer y rodearse de gente que te ayude, así nació michimichiña.

Ahora toca seguir trabajando y soñando. Próximas paradas: colección de primavera y convertir en realidad el proyecto de un taller que ya me ronda en la cabeza.