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jueves, 11 de agosto de 2011

A MI HUMILDE EMPRENDER


Sería muy aburrido empezar definiendo el emprendimiento y todo lo que la palabra engloba, pero entiendo que este blog le sacará mucha más partida a ese cometido que yo. Además que no tiene una definición al uso, sino que deriva del verbo emprender. Por tanto ánimo a que entre todos los lectores de este bolg logremos buscarle la definición.

     Todo esto empezó en una red social, cuando viendo las fotos sobre las actividades del Aula de Jóvenes Emprendedores de la Cátedra de Bancaja de la USC, me picó el gusanillo e investigando un poco descubrí un mundo diferente del que, hasta ahora, la universidad me ofrecía. Aunque no era la primera vez que tenía contacto con la cultura emprendedora pues había participado en otros cursos organizados por la Cámara de Comercio de Santiago y estos últimos eran muy enfocados, evidentemente, a una salida más inmediata al mundo de la empresa. Por lo tanto no captaron toda mi atención como el Aula que ofrecía recursos y herramientas más completas, y orientadas a todo tipo de situaciones profesionales.

     ¿Por qué sobre emprendimiento? Porque llega un momento en que esa "carrera de fondo" que acaba siendo la carrera universitaria empieza a ponerse cada vez más cuesta arriba y paradójicamente aunque estés llegando al final, no le ves fin. Por eso buscaba nuevas motivaciones que me ayudaran a continuar, por lo menos, en el "pelotón" de la promoción. Al fin y al cabo si mantienes un ritmo de vida constante y no le añades nuevos retos, acabas convirtiendo tu vida en una espiral incesante que no lleva a nada.
La cultura emprendedora no es sólo el montar un empresa o negocio y ya está. Ofrece multitud de posibilidades para desarrollar a nivel profesional y personal, y es una actitud que también debemos trabajar no quedarse atrás. Para mi, algunos de los componentes más importantes de esta actitud son:
  • La Proactividad a hacer algo nuevo que te motive y te guste, quitando ese lastre de "ya lo harán otros".
  • El Esfuerzo que se le tiene que poner a las cosas para no decaer tan fácilmente.
  • Tener Ilusión por lo que se hace y vivirlo día a día.
  • Y por último, Resiliencia (Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas). Para mí es un término nuevo que describe muy bien lo que un emprendedor tiene que tener para levantarse de un revés y aprender a gestionar el fracaso, tema que está muy de moda por la crisis.
Seguramente existan otras componentes más o menos importantes, pero estas cuatro son las que creo básicas para empezar a realizar cualquier proyecto nuevo.

     Y de repente me he visto inmerso, junto a algunos compañeros del Aula, en un proyecto para crear una asociación que dignifique y difunda el emprendimiento tanto en la comunidad universitaria como al resto de la sociedad. Fue tan buena la experiencia que antes de que acabara todo ya teníamos en mente la pregunta de, ¿y ahora qué hacemos? Queríamos continuar por esa senda pero dando un paso más en el aprendizaje, ahí es donde entró la "proactividad". La proactividad de unos cuantos en decir; "estoy dispuesto y tengo ganas, pues vamos allá". De momento aún está en fase embrionaria pero tenemos las expectativas de que para el curso que viene (2011-2012) podamos poner en marca actividades propias y que reunamos a muchos estudiantes hambrientos de nuevas experiencias e interesados por su futuro profesional. Una asociación en la que queremos reunir a estudiantes de la mayoría de las carreras de la USC, puesto que no sólo los de ADE (Administración y Dirección de Empresas) o Ciencias Empresariales tenemos que dar el paso de arriesgarnos con un proyecto empresarial sino que todos tenemos que llevar dentro ese afán de superación y ganas de hacer cosas que tiene el emprendimiento.

Así que enciende tu mente y ayúdanos a crecer juntos!!!
César Durán Camino

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